Quien espere leer ahora que el alcohol y perder peso son una buena combinación, lamentablemente se llevará una decepción. Es mejor ver el alcohol como un enemigo, como un demonio que sabotea los buenos propósitos. ¿Te resulta difícil renunciar al alcohol? Entonces te recomendamos leer este artículo y dejarte convencer.
Por qué bebemos alcohol
Por supuesto que bebemos alcohol porque nos gusta. Para muchas personas, un buen vino simplemente forma parte de la comida. Pero no solo el disfrute del alcohol juega un papel, sino también su efecto. Nos relajamos, olvidamos las preocupaciones diarias y adormecemos algún que otro pequeño dolor o pena. Dejamos que las riendas se aflojen un poco por un momento. Y eso se siente bien. Pero también bebemos alcohol porque todos lo hacen y se ha convertido en un hábito. Y ahí es donde vale la pena mirar más de cerca.
Calorías en el alcohol
Se trata de un hábito que tiene su peso. Las bebidas alcohólicas son bombas calóricas reales con 7 kcal por gramo. Un vaso de vino o cerveza contiene aproximadamente 150 kcal. Después de cuatro vasos de vino, se ha consumido la cantidad de calorías de una comida completa. Pero el hambre sigue ahí. El alcohol no contiene nutrientes esenciales. Por lo tanto, las calorías que contiene son "vacías". Pero no son solo las calorías las que hacen que el alcohol engorde.

El peligro del alcohol
Los peores engordadores alcohólicos
Las bebidas alcohólicas con crema y licores, como Baileys, son fatales. Grasa, azúcar y alcohol: todo junto en un vaso, ¡eso suma! Mareantes 327 kcal por 100 ml. También deberías evitar los alkopops. Estas bebidas azucaradas contienen 180 kcal por botella. Los cócteles y el vino blanco dulce tienen la misma cantidad de calorías. Pero también un vaso de cerveza o vino seco contiene 150 kcal.

Si no quieres renunciar al alcohol
Bebe solo un vaso, preferiblemente de vino tinto. Las ventajas y desventajas se equilibran. Sin embargo, no debería convertirse en un hábito, sino solo algo para el fin de semana. ¿Estás en un bar y no quieres quedarte con un solo vaso? Entonces, después de cada bebida alcohólica, pide un vaso de agua sin gas o con gas. Esto regula el equilibrio de líquidos y quizás te ayude a beber un poco menos de alcohol. ¡Y a la mañana siguiente te levantarás más fresco!




