Imagínese sentado con su familia en la mesa del desayuno. Huele a panecillos frescos, la mesa está abundantemente servida con todo tipo de untables, huevos, queso y mermelada casera. ¿Qué imagina que está en el centro de la mesa? Tal vez pimienta y... correcto... ¡sal! El llamado "oro blanco" nos acompaña silenciosa y discretamente en la mayoría de nuestras comidas. Esta especia popular es casi indispensable en nuestra cocina. Pero, ¿sabe realmente qué hace la sal en nuestro cuerpo y si este remedio universal de cocina también nos beneficia?
¿Qué efectos tiene la sal en el cuerpo?
La sal de cocina común sirve como principal fuente de sodio y cloruro, dos electrolitos esenciales para el cuerpo. No solo ayudan a sentirse mejor después de una resaca terrible, sino que sin ellos no podríamos digerir alimentos ni nuestro corazón latiría. El sodio y el cloruro son indispensables para muchas funciones del cuerpo y, por ejemplo, mantienen el equilibrio de líquidos en todas las células y regulan nuestra presión arterial.
¿Cuánta sal deberíamos consumir?
La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta total de sal de máximo 5 gramos por día. Eso equivale aproximadamente a una cucharadita.
¿Cuánta sal consumimos actualmente en promedio?
En la mayoría de los países europeos (incluidos Suiza, Austria y Alemania), la ingesta promedio de sal de 8-11 g/día está claramente por encima de las recomendaciones.
...¿y puede ser perjudicial una ingesta excesiva?
Estudios científicos han demostrado que una alta ingesta de sal en todos los grupos de edad (incluso en niños) conduce a un aumento de la presión arterial. Esto, a su vez, incrementa a largo plazo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infarto, accidente cerebrovascular y similares. Por lo tanto, una ingesta excesiva de sal es ciertamente preocupante.
¿Cómo podemos reducir nuestra ingesta de sal?
De hecho, el salero en la mesa es solo la punta del iceberg en cuanto a nuestro consumo de sal. Al salar nosotros mismos, consumimos en promedio solo el 20 % de la cantidad total de sal diaria. ¿De dónde viene entonces el resto? La mayor parte de la sal la ingerimos a través de alimentos procesados. Quien es consciente de las bombas de sal en nuestra vida diaria puede controlarse mejor y reducir la ingesta en favor de la salud.
Las 5 principales bombas de sal

1. Pan y panecillos
¿Lo sabía? Nuestro pan diario realmente aporta una cantidad considerable de sal. Quien desayuna dos panecillos precocidos ya ha consumido más de 2 gramos de sal, casi la mitad de la recomendación. Si no quiere renunciar a los deliciosos panecillos, puede combinarlos con ingredientes bajos en sal como miel, tomate o aguacate.

2. Jamón
El jamón crudo es especialmente salado: 2 lonchas contienen aproximadamente 1,4 g de sal. Si le gusta el embutido, es mejor cambiar al jamón cocido, que tiene solo la mitad de sal.

3. Espinacas con crema
Una porción de 150 g de espinacas con crema del congelador ya aporta un tercio de la cantidad diaria recomendada. Una mejor alternativa es salar verduras frescas uno mismo o elegir productos naturales congelados.

4. Pizza
Los platos preparados y la comida rápida también contribuyen a una ingesta excesiva de sal. Por ejemplo, una pizza Speciale congelada del supermercado contiene 5 gramos de sal. Conclusión: ¡Hecho en casa siempre es mejor!

5. Matjes
La mayor bomba de sal: Con una porción de Matjes consumimos casi 8 g de sal, ¡es decir, aproximadamente una cucharadita y media! De vez en cuando está bien, pero a largo plazo, es mejor optar por pescado fresco para cuidarse.



