Cuando suben las temperaturas, también aumenta la sed, y a veces quieres algo diferente al agua. Hay deliciosas alternativas que no solo calman la sed, sino que también ayudan a perder peso: ¡té! Servido bien frío, aromatizado con sabores naturales, se convierte en la bebida ideal para el verano, sin azúcar, sin calorías, pero con mucho sabor.
1. Té verde con menta y lima
El té verde contiene amargos naturales y apoya el metabolismo. El té verde recién preparado y enfriado se puede convertir en una refrescante bebida veraniega con unas ramitas de menta y unas gotas de jugo de lima.

2. Té negro con naranja y romero
Un té negro fuerte y enfriado combinado con cáscara de naranja y una ramita de romero da una nota amarga y mediterránea. Especialmente delicioso servido con cubitos de hielo.

3. Té de frutas – bien frío y sin azúcar
Muchos tés de frutas saben excelente fríos. Elige variedades sin azúcar añadido. En verano son populares la rosa mosqueta con hibisco o mezclas de frutos del bosque.

4. Té de hierbas con pepino y albahaca
Los tés de hierbas son naturalmente descafeinados y suaves al paladar. Un té frío de menta o verbena de limón con unas finas rodajas de pepino y albahaca fresca no solo sabe diferente, sino que también es maravillosamente refrescante.

5. Té Rooibos con vainilla y canela
Para quienes prefieren un sabor más suave: el rooibos es descafeinado, suave y ligeramente dulce. Preparado frío con una pizca de canela y un toque de vainilla, ofrece un aroma cremoso y cálido, perfecto para las noches cálidas de verano.

Así logras tu té helado sin calorías:
- Prepara el té más concentrado, ya que el aroma se pierde un poco con los cubitos de hielo y el enfriamiento.
- Siempre deja enfriar antes de añadir hierbas frescas o cítricos.
- No se necesitan edulcorantes – las especias y frutas aportan suficiente sabor.
- Enfriar previamente en el refrigerador – así la bebida se mantiene refrescante por más tiempo.

Conclusión




