Número de raciones
2
- Picar muy finamente las aceitunas y el romero.
- Llevar a ebullición 400 ml de agua con un poco de sal, las aceitunas y el romero. Añadir lentamente la sémola de maíz mientras se remueve constantemente y dejar hervir. Reducir el fuego al mínimo, cubrir la polenta y dejar reposar unos 15 minutos. Remover ocasionalmente. Extender la polenta terminada de manera uniforme en un molde plano o en una bandeja, dejar enfriar tibia y cortar en rebanadas rectangulares.
- Mientras tanto, cortar los champiñones en láminas finas. Pelar la chalota y cortarla en tiras finas. Cortar el tomate carnoso en cuartos, quitar las semillas y picar pequeño. Pelar y picar finamente el ajo. Rallar la cáscara del limón.
- Calentar la mitad del aceite de oliva en una sartén, pochar las tiras de chalota con el ajo picado hasta que estén transparentes, añadir los champiñones y saltear. Agregar los dados de tomate y sazonar todo con jugo de limón, sal y pimienta.
- En otra sartén calentar el resto del aceite de oliva y dorar las rebanadas de polenta por ambos lados hasta que estén doradas. Colocar las rebanadas de polenta en los platos, poner los champiñones encima y espolvorear con la ralladura de limón y el perejil.
Tipp: Gremolata es una preparación de especias italiana hecha de limón, perejil y ajo. La polenta se puede preparar con anticipación y guardar en el refrigerador durante varios días. También es ideal para una comida deliciosa cuando espera visitas, como protagonista de un plato vegetariano o como acompañamiento de carne o pescado.
30 g aceitunas negras, deshuesadas
1 ramita pequeña de romero
160 g sémola fina de maíz para polenta
100 g rebozuelos
200 g champiñones marrones
100 g setas de cardo
1 chalota
1 tomate para ensalada
2 dientes de ajo
1 limón ecológico, ralladura fina
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de perejil, muy finamente picado
pimienta recién molida, sal

