Número de raciones
2
- Precalentar el horno a 180°C
- Cortar el pimiento en cuartos, quitar las semillas y cortar en dados finos. Pelar las chalotas y también cortarlas en dados finos. Derretir la mantequilla en una olla, sofreír los dados de pimiento y chalota. Añadir la leche y el caldo de verduras, sazonar con sal, pimienta y nuez moscada y llevar a ebullición. Incorporar lentamente la sémola de polenta poco a poco. Hervir una vez y reducir inmediatamente el fuego. Tapar y dejar reposar, removiendo ocasionalmente, durante unos 15 minutos.
- Extender la polenta con un grosor de aproximadamente 1,5 cm sobre una bandeja, dejar enfriar y cortar en rectángulos. Cortar el queso de oveja en dados muy finos o desmenuzarlo. Calentar el aceite de oliva en una sartén y freír la polenta por ambos lados hasta que esté dorada.
- Colocar la polenta en una bandeja de horno, espolvorear con el queso de oveja y meter al horno durante unos 10 minutos. Poner los tomates triturados en una olla y llevar a ebullición. Sazonar con sal, pimienta y una pizca de azúcar. Limpiar las cebolletas y cortarlas en rodajas finas. Cortar la albahaca en tiras finas y añadirla junto con las cebolletas al tomate.
- Sacar la polenta del horno y servir con la salsa de tomate y cebolleta.
Tipp: Varíe el plato mezclando en lugar del pimiento algunas avellanas molidas y tostadas y un poco de tomillo fresco picado en la polenta.
1 pimiento rojo
2 chalotas
0.50 Cda mantequilla
300 ml leche 1,5% grasa
300 ml caldo de verduras
125 g sémola de polenta
80 g queso de oveja, bajo en grasa
1 Cda aceite de oliva
200 ml tomate triturado de botella
2 cebollas de verdeo
5 hojas de albahaca
nuez moscada, recién rallada
sal, pimienta, recién molida

